miércoles, 25 de mayo de 2016

Okkupert, interesante política ficción

Okkupert
Okkupert (también llamada Occupied) es la interesante apuesta noruega que nos plantea  la posibilidad de que, en un futuro próximo donde el petróleo y el gas se acaba, los rusos ocupen una próspera Noruega que no tiene necesidad de combustibles fósiles y que tiene una nueva fuente de energía limpia, el thorite. Estados Unidos ha abandonado  hace tiempo la OTAN y la propia Unión Europea presiona también a Noruega para que ceda a las pretensiones rusas.

Okkupert: la bandera rusa ondea en Noruega
En el primer episodio de Okkupert  tropas de elite rusas secuestran al primer ministro noruego tras la presentación del “mineral limpio” que generará energía en Noruega sin dañar el medio ambiente y sin problemas de abastecimiento. El ejército ruso se encargará, a partir de ese momento, de gestionar los yacimientos de gas y las explotaciones petrolíferas sin, aparentemente, ningún obstáculo por parte de la población noruega que parece haber elegido por aceptar la invasión de sus vecinos si no se inmiscuyen en temas sociales o gubernamentales.

Okkupert: acto protocolario del primer ministro.
Okkupert está basada en la novela de Jo Lesbo, ha contado con un presupuesto de noventa millones de euros. Su director, el cineasta  Erik SKjoldbjærg (Insomnia, Prozac Nation), anima a ver la serie como una reflexión sobre la decisión de impedir el derramamiento de sangre y llegar a la colaboración activa si hace falta por encima del patriotismo. El rol de “malo de la serie” que se le atribuye a Rusia no ha sido muy bien encajado por la actual administración de Moscú que ha recordado que, por ejemplo, en la Segunda Guerra Mundial, el ejército ruso intervino en la liberación del Norte de Noruega.

Okkupert: se desbarata el intento de magnicidio de la embajadora rusa
Se aprecian algunos errores de cierta intensidad en la historia que nos cuenta Okkupert, como que la actitud extremadamente condescenciente del primer ministro con la “invasión rusa” no provoque una reacción interna del país. Por otro la monarquía de Noruega, al cargo de la Jefatura del Estado del país, no aparece de forma alguna, hasta avanzada la serie, de forma inexplicable. La escuálida oposición frente a la ocupación rusa viene representada, sólo, por un periodista de un pequeño diario digital, que además tiene la oposición frontal de su jefe, que cuestiona su actitud frente a la situación actual.

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